SAFFI

Del bergantín-goleta Saffí sabemos que era un barco de la llamada "Carrera de América" y que an algún momento de su vida marinera estuvo ligado a Camposancos ya que llegó a ser propiedad de "París Hermanos".

De él tenemos constancia de su intervención en el salvamentos del laud de pesca "Antoñita".

El relato de este episodio lo tenemos de mano del historiador de Torrevieja D. Francisco Rebollo Ortega.

EL NAUFRAGIO DEL LAUD “ANTOÑITA”

EL NAUFRAGIO

El 3 de enero del año 1922, a las 9 de la mañana, cuando el laúd “Antoñita” regresaba del puerto de Alcudia, después de estar pescando al abrigo del Cabo Menorca, tripulado por su patrón Guillermo Ramón Cabanellas y el marinero Antonio Domingo Moll, una fuerte racha de viento del norte hizo zozobrar la embarcación quedando  en el agua la tripulación. Desde el agua los dos tripulantes despues de grandes esfuerzos consiguieron adrizar la embarcación, aunque con varios palmos de agua a bordo. El patrón y el marinero después de achicar parte del agua, armaron los remos y bogando con gran esfuerzo pusieron rumbo a la costa cercana; esfuerzos que resultó ineficaz ya que al poco tiempo el viento arreció hasta hacerse atemporalado con continuos chubascos arrastrara la embarcación mar adentro.

EL BARGANTÍN GOLETA “SAFFI”

En aquel critico momento de peligro para los tripulantes del laúd, el bergantín goleta “Saffi”, de matrícula de Palma de Mallorca, procedente de Barcelona con destino al puerto de Palma, se encontraba a una milla de distancia del laúd capeando el temporal, al mando del patrón torrevejense Manuel Samper Carmona, padre del también patrón Miguel Samper Gutiérrez “El Botero”, que por cierto, este último, pasado el tiempo navegó de marinero en el pailebote Salinero desde el 1944 al 1947. La tripulación del “Saffi”, compuesta por el patrón, el contramaestre y cinco marineros de cubierta, cuanto vieron a al laúd medio hundido, a pesar del peligro que existía por el estado de la mar y el viento decidieron ir a socorrelos con un bote para lo cual se ofrecieron voluntarios los marineros Antonio Bernabé Zapata, Joaquín Gil Torres y Manuel Larios García, quienes con mucho trabajo y peligro, y después de luchar durante tres cuartos de hora con el temporal, lograron llegar junto al laúd y los náufragos, consiguiendo con gran esfuerzo subirlos al bote cuando estaban casi desfallecidos. Cuando bogando con grandes dificultades regresaban al “Saffi”, a causa del viento y las olas que poco a poco inundaba bote, impidiendoles avanzar con peligro también de zozobrar. Viendo el patrón Guillermo, el patrón del “Saffi” lo que ocurría y la apurada situación por la que estaban pasado los tripulantes del bote y los náufragos del laúd decidió ir a su encuentro, a pesar del peligro que suponía maniobrar con las velas con solo dos hombres, ya que el patrón debía estar en el puente para gobernar el barco con el timón. Gracias a la pericia marinera del patrón y de los dos marineros consiguieron llegar a las proximidades del bote y salvar a los cinco marineros cuando la pequeña embarcación estaba a punto de hundirse. Una vez a bordo del bergantín goleta, y despues de prestar a los náufragos los auxilios indispensables para reanimarlos, el patrón  puso rumbo al puerto de Palma de Mallorca, donde se presentaron en la Comandancia Naval los seis tripulantes del “Saffi” y los dos del laúd para informar de lo ocurrido.  En la Comandancia relataron con más o menos detalles lo sucedido, afirmando los tripulantes del laúd, que cuado fueron recogidos por el bote del “Saffi” tenían el suyo completamente anegado, por lo que desconfiaban de poder salvarse.

LA JUSTA RECOMPENSA

Por lo que las autoridades de Marina, según el informe oficial del naufragio, consideraron merecedora alabanza y recompensa la conducta de los tres marineros que embarcaron voluntariamente en el bote, sin vacilar en los riesgos que el estado de la mar y el viento ofrecía, ya que actuaron impulsados sólo por el noble afán de socorrer a sus semejantes en peligro, allándose ellos a punto de zozobrar después de logrado su proposito. Igualmente, el informe consideraba digno de elogio y premio al patrón del bergantín goleta “Saffi” Manuel Samper Carmona, que al darse cuenta de la situación del bote, no dudo en maniobrar su barco, venciendo las dificultades hasta que felizmente logró salvarlos a todos.

LAS RECOMPENSAS

Por los hechos mencionados el Consejo Superior de la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos acordó otorgar la medalla de plata al patrón del bergantín goleta Manuel Samper Carmona y la medalla de bronce a los tres marineros que voluntariamente embarcaron en el bote para salvar a la tripulación del laúd: Antonio Bernabé Zapata, Joaquín Gil Torres y Manuel Larios García.     

Otra referencia a los viajes del Saffí la obtenemos también, del blog sobre Torrevieja de D. Francisco Rebollo Ortega.

FRANCISCO ANTONIO PÉREZ TORREGROSA "EL CABALLICO"

Francisco Pérez Torregrosa "El Caballico", como ocurria con muchos jóvenes de su tiempo se embarcó a los 14 años. Él lo hizo después de fallecer sus padres, de la mano de su cuñado, casado con su hermana Josefa, el patrón del bergantín goleta "Saffi", Antonio Mínguez Villanueva. Comenazando de grumete o de chico como se dice en Torrevieja. Francisco, durante los 10 años que estuvo embarcado en "Saffi" realizó numerosos viajes surcando todos los mares, entre ellos a Cuba, a puertos españoles y franceces del Mediterráneo y 13 viajes a Galicia. De los puertos de Cuba el "Saffi" solía traer a España maderas nobles como caoba y especias y los tripulantes hasta loros que después vendian en Barcelona a 250 pesetas. A la avanzada edad de 90 años, el Tío Antonio "El caballico" recordaba con cariño los años que estuvo embarcado en los barcos de vela de la Marina Mercante.

Historia de Torrevieja